Los temas de actualidad en el escenario político de mi País se refieren todos a un acontecimiento lejano en el tiempo: las elecciones de 2009. Indiscutiblemente y sin consultar al pueblo, debido a la lucidez que arguyen tres de los cinco magistrados del Tribunal Supremo Electoral; organismo colegiado que vela por la “transparencia del evento electoral”, en 2009 las elecciones serán separadas: en marzo las de alcaldes y diputados y en unas semanas después las presidenciales.
A esta “brillante” idea hay que unir otra: la propuesta presidencial de unir las fuerzas de derecha para enfrentar con la bandera de la democracia y la libertad a la izquierda irracional y recalcitrante.
¿Hasta cuándo harán sufrir a nuestro pueblo? ¿Cuándo dejarán sus propios intereses a un lado para construir una verdadera nación en la que el desarrollo sea integral?
Algunos días después de escribir las líneas anteriores sucede el acontecimiento que será tomado como número uno en emisiones de radio, tv y prensa escrita: la detención de Mario Belloso. Todo un teatro de tragicomedias políticas y de mal gusto.
Algunos días después…concretamente el lunes 9 de julio de 2007, comienzo mi curso de Doctrina Social de la Iglesia (DSI). Las tres son cosas que tienen relación. No porque yo sea político. Tampoco porque la DSI sea un discurso ideológico, sino porque la tarea de la Iglesia es brindar luz a los hombres que viven en sociedad para que su vida se adecue cada vez más alelan de Dios para su creación. En este sentido los acontecimientos se tornan violentos. Parece que una ola de tinieblas se está preparando para embestir al país. Es tiempo de tener las cosas bien puestas. De hablar claro. Hablar claro en mi diccionario significa: ENTENDER.
A esta “brillante” idea hay que unir otra: la propuesta presidencial de unir las fuerzas de derecha para enfrentar con la bandera de la democracia y la libertad a la izquierda irracional y recalcitrante.
¿Hasta cuándo harán sufrir a nuestro pueblo? ¿Cuándo dejarán sus propios intereses a un lado para construir una verdadera nación en la que el desarrollo sea integral?
Algunos días después de escribir las líneas anteriores sucede el acontecimiento que será tomado como número uno en emisiones de radio, tv y prensa escrita: la detención de Mario Belloso. Todo un teatro de tragicomedias políticas y de mal gusto.
Algunos días después…concretamente el lunes 9 de julio de 2007, comienzo mi curso de Doctrina Social de la Iglesia (DSI). Las tres son cosas que tienen relación. No porque yo sea político. Tampoco porque la DSI sea un discurso ideológico, sino porque la tarea de la Iglesia es brindar luz a los hombres que viven en sociedad para que su vida se adecue cada vez más alelan de Dios para su creación. En este sentido los acontecimientos se tornan violentos. Parece que una ola de tinieblas se está preparando para embestir al país. Es tiempo de tener las cosas bien puestas. De hablar claro. Hablar claro en mi diccionario significa: ENTENDER.
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