Hoy quiero unirme a la alegría que se vive en el Seminario Mayor Nuestra Señora del Camino, en Sololá, Guatemala. En estos momentos se encuentran celebrando el 25 aniversario de fundación. Al haber formado parte-aunque poco tiempo- de la historia de este angelical lugar, no puedo quedarme con las ganas de expresar mi agradecimiento al equipo de formadores que sabiamente infundieron en mí el amor al Papa y a la Iglesia. Sin lugar a duda la entrañable compañía de los que fueron mis compañeros de estudio se hace sentir cuando inexorablemente los recuerdos del corazón suben a mi cabeza. Vaya también mi agradecimiento a ellos. A los que estuvieron y a los que ya no están...
Celebré con ustedes el 20 aniversario, haciendome parte de una institución que fue mi casa y escuela y taller. Mi corazón se entristece al no poder estar con ustedes en esta celebración mayor, pero se ensancha a la vez para elevar al cielo una plegaria de bendición y de acción de gracias junto a ustedes y a todos los que hemos dejado alma, corazón y vida entre las paredes de esa casa.
Felicidades querido Seminario, que Dios guíe tus pasos y Nuestra Señora te prepare un buen camino.
ITER PARA TUTUM
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